Terapia
Terapia de Curación
El primerísimo paso en la terapia NMG es proporcionar al paciente un entendimiento de la naturaleza biológica de su enfermedad. La terapia debe empezar por hacer que el paciente comprenda su enfermedad a la luz de las leyes de la NMG. Esto le permitirá no solo saber qué ocurre en su organismo y porqué, sino además participar activamente en su tratamiento, y conocer con antelación los cambios que ocurrirán en su organismo según evolucione el conflicto. Además la persona, al conocer la NMG, sabrá si lo que esta teoría plantea se cumple o no en su caso específico. Lo que es motivo subjetivo para aceptar o no la NMG como opción terapéutica.
Es esencial saber si el paciente está en conflicto activo o si ya está sanando. Si el paciente está aún en fase activa se debe identificar el DHS y desarrollar una estrategia para resolver el conflicto. Es crucial preparar al paciente para los síntomas de curación y para potenciales complicaciones.
Para que la persona inicie el proceso de curación es imprescindible que se resuelva el conflicto, sin la resolución del conflicto NO hay curación. Lo mejor es encontrar una solución real al conflicto, resolver el problema si hay maneras de hacerlo. Si no hay maneras de resolver el problema simplemente hay que dejar ir la preocupación, no vale la pena preocuparse por situaciones que no podemos resolver, porque esa preocupación nos trae enfermedad, para ello podemos acudir a ayuda especializada, como psicologos o psiquiatras, pero sólo si no existe una solución práctica real, y sin consumo de medicamentos.
Si la naturaleza ha programado un estrés no es sin razón, puesto que es sólo bajo estrés que el individuo puede resolver el conflicto. Para encontrar una solución real, lejos de suprimir el estrés, es necesario por el contrario acentuarlo todavía más para poner al individuo en disposición de resolverlo. En Psiquiatría, cuando se administran tranquilizantes, que son productos químicos para calmar a los pacientes, lo único que se consigue es cultivar enfermedades crónicas, ya que a estos pacientes, privados de sus propios medios naturales para resolver conflictos, pierden las fuerzas. De esta manera estos infelices no podrán jamas resolver sus problemas y a menudo quedan condenados a pasar su vida entera tras los barrotes de la Psiquiatría.
Es importante que el paciente logre hablar de su conflicto, una de las características de la fase activa del conflicto es que el paciente no puede hablar del asunto, siente que debe "tragárselo" el solo. En el momento que el enfermo logra empezar a contar la situación que le preocupa o el evento traumético ocurrido, normalmente empieza la fase de curación.
Cuando el conflicto ha quedado resuelto, el tumor no debe ser operado ni eliminado salvo en rarísimos y excepcionales casos.
Los tumores de proliferación en fase de curación, que es la forma correcta de definirlos, raramente tienen necesidad de ser operados. Tan solo en aquellos casos en los que ocasionan una importante molestia mecánica o limitan al paciente en sus movimientos, como sucede por ejemplo con un gran quiste renal, o un gran bazo consecuencia durante la fase de curación de una necrosis preliminar. La necrosis del bazo se presenta en el substrato orgánico en un conflicto de sangrado y herida, con caída de trombocitos en la fase de actividad conflictual, y como esplenomegalia (aumento del volumen del bazo), en la fase de curación.
Normalmente es un hecho que en el 90% de los casos no se presentan complicaciones notables en la fase de curación. Queda el 10% restante. En los casos en los que el conflicto ha durado más tiempo o la intensidad ha sido considerable (o ambas cosas a la vez) el paciente presenta una masa importante de conflicto, que una vez solucionado, puede crear complicaciones en forma de edemas cerebrales, y sobre todo de crisis epileptoides. Debemos conocer estas complicaciones que no son temibles más que en un 10% de los casos, en los que llegado el momento pueden conducir a la muerte.
Después de que el edema cerebral ha sido expulsado, la neuroglia, que es el tejido cerebral conectivo que proporciona el apoyo estructural para las neuronas, se establece en el sitio para restaurar la función de las células nerviosas que fueron afectadas por el shock del conflicto (DHS). Es natural una acumulación de glia , lo que la medicina convencional etiqueta como un "tumor cerebral", a menudo con calamitosas consecuencias para el paciente. Los cánceres cerebrales como metástasis NO existen.
Es importante explicar el contexto de la enfermedad y calmar al paciente, haciéndolo comprender que todo ocurre por una razón y que podemos predecir lo que sucederá durante el proceso de curación. Si el paciente no entiende, o no quiere entender los principios de la NMG, cualquier esfuerzo terapéutico será inútil. Cada paciente recibe la terapia que él desea. NUNCA hay que tratar de forzar un paciente hacia la Nueva Medicina Germánica®, aún si el paciente es tu mejor amigo. Solamente fomentarías problemas y remordimientos de conciencia, dando como resultado falla en el tratamiento y finalmente, sentimientos de culpa. Si el paciente siente que la NMG es la aproximación terapéutica correcta para él, éste preguntará por más información detallada sobre su caso. Él estará listo para tomar las decisiones correctas y para asumir la responsabilidad por ellas.
¡Las decisiones deben ser tomadas sólo por el paciente!
De acuerdo con los principios de la NMG, cualquier intervención terapéutica en el tratamiento de pacientes con cáncer comienza explicando el contexto, ayudando al paciente a sobreponerse al miedo inquietante de que "células metastásicas" se encuentran desplazándose por su cuerpo, y explicando la patogénesis y progresión de la enfermedad, algo de lo que el quizá ya se encuentra al pendiente. La Nueva Medicina Germánica es diametralmente opuesta a las terapias médicas convencionales, incluyendo sus aplicaciones más exóticas. En la medicina convencional, el paciente, ser que sufre y que soporta su enfermedad, es usualmente sujeto al mero tratamiento de sus síntomas, con cirugía, radiación, quimioterapia y morfina, o también con salvado, brotes de soya, inyecciones de muérdago, remolachas, etc.
Ahora con la NMG el paciente se convierte en un "agente" activo en el tratamiento de su enfermedad. El asume la responsabilidad de resolver su conflicto, quizás con cierto apoyo, pero básicamente él tiene que resolver su conflicto por sí mismo. Una solución real es ciertamente lo mejor y lo más viable, una solución definitiva.
No hay una aproximación que se ajuste a todos, no una receta general que deba ser aplicada para poder obtener soluciones posibles. Solo existen posibles caminos para una solución óptima, y estos difieren de un paciente a otro. Está claro que una solución real puede no ser posible para algunos conflictos, éstos requieren una aproximación intelectual. Una perspectiva espiritual o religiosa puede ser útil para lograr esto, así como el apoyo de un amigo querido, como dice el lema: un dolor compartido es dolor a la mitad.
Ofrecer apoyo espiritual al resolver un conflicto en un nivel intelectual ciertamente ha sido un elemento central de la religión a través de las épocas. Basados en los principios de la Nueva Medicina Germánica, sólo podemos decir a los pacientes acerca de los diferentes caminos para resolver su situación. Finalmente y desde luego, depende del paciente y sólo de él mismo qué camino elige. En otras palabras, el paciente maneja su propia terapia, pero siempre asistido por un médico de la NMG, por si se presentan complicaciones.
Un paciente que va y viene entre las creencias de la medicina convencional y el concepto de la Nueva Medicina Germánica sentirá como estarse mojando continuamente con baños de agua helada y agua caliente. Estando ya afectado por su enfermedad, el paciente no mantendrá su defensa por mucho tiempo. La mera mención de un diagnóstico de cáncer o del término "metástasis generalizada" lo propulsará hacia un abismo de total impotencia. Para la mayoría de los pacientes, el supuesto común de que el cáncer continuará creciendo constituye una sentencia de muerte. Ser llevado de la esperanza al pánico, de la actividad a la pasividad, es entonces una situación catastrófica. Alternar entre estas "duchas frías y calientes" trae las peores complicaciones.
Consejos y Recomendaciones en la Fase de Recuperación y en una Crisis Epileptoide
A continuación detallamos un grupo de recomendaciones para personas que estén en fase de recuperación de algún conflicto. Es realmente muy importante aplicarlas, para pasar la fase de la crisis epileptoide lo más suavemente posible. La crisis epileptoide siempre ocurre a la mitad de la fase de recuperación. La fase de recuperación dura el mismo tiempo que haya durado el conflicto en fase activa. En el 95% de los casos con las siguientes medidas es suficiente para superarla satisfactoriamente. Sólo en un 5 % de los casos son requeridos medicamentos.
En cualquier conflicto de pérdida territorial que haya durado más de nueve meses, un ataque cardíaco fatal es posible, el cual ocurre aproximadamente de 2 a 6 semanas después de la solución del conflicto.
Manifestaciones más Comunes de la Crisis Epileptoide :
- Manos y pies fríos
- Sudor frío
- Mareos
- Nauseas
- Vómitos
- Visión doble
- Presión alta
- Dolores de cabeza
- Asma
- Migraña
- Embolia pulmonar
- Hipoglucemia
- Crisis neumónica
- Epilepsia
- Isquemia cerebral
- Infarto al miocardio
Recomendaciones en Fase de Recuperación:
- Tomar café, o t é o Coca Cola varias veces al día.
- Tomar vitamina C.
- Preventivamente está recomendado la administración de glucosa por vía oral.
- Poner hielo en la cabeza, varias veces al día, sobre todo antes de dormir, para enfriar el Foco de Hamer (FH).
- Mantener la cabeza fría, el mayor tiempo posible.
- No tomar el sol directamente en la cabeza.
- Dormir en una habitación fría o fresca.
- Tomar poco líquido.
- Evitar los baños en saunas y baños calientes, sobre todo en la cabeza.
- Tomar duchas frías.
- Dieta balanceada pero rica en proteínas.
Se debe tratar de localizar en la cabeza una zona más caliente que el resto de la cabeza, para aplicar estas recomendaciones:
- Dormir del lado contrario para que quede esa zona mas elevada.
- Enfriar con hielo esa zona más intensamente que el resto de la cabeza.
En Caso de Detectar que se está en Medio de una Crisis Epileptoide:
- NO tener pánico, actuar tranquilamente y con calma.
- Mantenerse sentado, no acostarse, permanecer con la cabeza más alta que el cuerpo, para permitir el líquido fluir y eliminarse.
- Poner hielo en la zona de la cabeza mas caliente.
Medicamentos
Como regla, el uso de fármacos debe ser cuidadosamente considerado y restringido a casos de emergencia. Los medicamentos no son requeridos, excepto por el 10% de los casos. Los fármacos nunca pueden curar una enfermedad y hacen más lento y débil el proceso de curación. Los fármacos interrumpen la acción natural de curación de los microbios, luego entonces prolongan la duración de la fase de curación. Cada enfermedad debe llevar a cabo por completo el proceso de curación para prevenir un empeoramiento durante el siguiente conflicto.
Para aliviar los síntomas que amenazan la vida, se usan los medicamentos simpaticotónicos. Estos deben ser administrados sólo por el médico de la NMG y en casos graves que lo requieran realmente, medicamentos tales como la Adrenalina (Epinefrina), Cortisona, Hidrocortisona, Noradrenalina, Antihistamínicos, Antialergénicos, Antibióticos, y Analgésicos.
Es un arte encontrar la dosis adecuada de Cortisona o de otros simpaticotónicos: "Tan tarde como sea posible, pero tan pronto como sea necesario". Se puede tener recursos también en la Adreno-Corticotropina-Hipofisaria (ACTH), pero no es tan fácil de administrar por dosis.
La Cortisona es menos nociva que la mayoría de los calmantes, que tienen generalmente un efecto sedativo, vagotrópico, y por esto todavía acentúan el edema de los huesos y la tensión del periostio.
Los agentes simpaticotónicos minimizan el edema cerebral y reducen los síntomas orgánicos, pero al hacerlo previenen una recuperación completa.
Los microbios como hongos, bacterias y virus actúan como centinelas naturales del cuerpo, sus mecanismos de reparación no deberían de ser considerados como inflamaciones malignas. Cualquier aumento de volumen de los órganos en la capa del ectodermo es normal y tendrá una regresión.
Quimioterapia
La quimioterapia consiste en un tratamiento con veneno celular que debería impedir la proliferación celular. Naturalmente se observa que este veneno celular ataca en primer lugar la médula ósea. Después los órganos reproductivos, cosa que puede causar la perdida de la fertilidad de manera temporal o permanente. El veneno celular intensifica la simpaticotonia y por lo tanto estimula todavía más el crecimiento tumoral.
La quimioterapia y sus agentes citotóxicos disminuyen la elasticidad de las neuronas y sinapsis del cerebro ya que provocan un efecto llamado de acordeón. Durante la quimioterapia el edema es comprimido y liberado de manera alternativa, un mecanismo que puede llevar a romper las células en el edema cerebral.
La quimioterapia en ciertos casos tiene un éxito aparente (con costos sobre la médula ósea), en cuanto a que puede eliminar síntomas de fases de curación-reparación de los órganos controlados por el neoencéfalo. Esto se obtiene a precio de muchos efectos desastrosos: uno de ellos es que se debe seguir con la quimioterapia para impedir que se manifiesten de nuevo los síntomas de curación, lo que naturalmente produce una lisis de la médula y la muerte segura del paciente.
Con la quimioterapia, en los cánceres dirigidos por el cerebro nuevo, puede conseguirse un éxito aparente puramente sintomático en la fase Pcl, ya que con citostáticos se bloquea inmediatamente todo proceso de reparación. Éste es el caso en las dolencias mesodermales como cáncer de huesos (leucemia y osteosarcoma en la fase Pcl, o en necrosis de testículos y ovarios (intersticial), (inflamación de testículo y quiste ovárico en la fase Pcl, indurados posteriormente), o en necrosis de ganglios línfáticos (linfoma en la fase Pcl). Con citostáticos se puede desinflamar cualquier forúnculo, abceso, incluso cualquier picadura de avispa. Los citostáticos sólo impiden y bloquean las fases de reparación de las dolencias mesodermales y consiguen éxitos sintomáticos aparentes, puramente ficticios.
La medicina clásica también reconoce los efectos perjudiciales de la quimioterapia:
"Hasta ahora, se conocía que los fármacos quimioterápicos que se emplean para tratar el cáncer tenían efectos sobre el tejido cardíaco, pero no se sabía cuánto tiempo permanecían. Un seguimiento de 22 pacientes revela que los efectos sobre el corazón se agravan con el paso del tiempo. Se aconseja a todas las personas que hayan sido tratadas con este tipo de fármacos, que deberían mantener vigilada su función cardiaca de por vida. Aún cuando muchos de los efectos secundarios desaparecen con bastante rapidez, algunos toman meses o años para desaparecer por completo. Algunas veces los efectos secundarios pueden durar toda la vida; tal es el caso cuando la quimioterapia causa daño permanente al corazón, los pulmones, los riñones o a los órganos reproductores. Ciertos tipos de quimioterapia ocasionalmente causan efectos retrasados, como un segundo cáncer, que aparece muchos años después".
Cirugía
La Cirugía en un tumor durante la fase del conflicto solo es recomendada si están afectados nervios vitales, arterias o vías de administración o eliminación, por ejemplo: una obstrucción de los intestinos o de la tráquea. Esto ocurre en el 15 a 20% de las enfermedades cancerosas, y son también estos los únicos casos donde el tumor activo del conflicto puede llevar a un resultado fatal.
El cirujano deberá solo remover tanto tejido sea necesario y evitar cortar demasiado lejos en el tejido sano. La aproximación médica estándar de cortar profundamente dentro del tejido sano sólo tendría sentido si la Nueva Medicina Germánica® fuera incorrecta y si el cáncer fuera considerado un crecimiento y proliferación de células que se volvieron locas.
Los tumores controlados por el Cerebro Antiguo (Tallo Cerebral y Cerebelo) continúan creciendo hasta que el conflicto es resuelto; una vez que se alcanza este estado éstos dejan de crecer. En la ausencia de bacterias los tumores se encapsulan y pueden entonces ser removidos quirúrgicamente si es que causan incomodidad al paciente.
Radiación
Las observaciones anteriores sobre la cirugía también aplican para la radiación. Adicionalmente, la radiación también tiene un efecto citotóxico siempre, aún en el tejido celular sano. Por esta razón, el tratamiento con radiación debería ser considerado sólo y exclusivamente si el acceso al tumor que amenaza a la vida es difícil, haciendo cualquier intervención quirúrgica imposible.
Morfina
Una sola inyección de Morfina administrada a un paciente en lo más profundo de la fase de vagotonía puede ser fatal. La Morfina altera las estructuras cerebrales, disminuye el poder de la voluntad y paraliza los intestinos. La Morfina resulta perjudicial para cualquier paciente. En la naturaleza no se ha previsto una intervención similar desde el exterior.
Desde que existe la Morfina y sus derivados, nuestros pensamientos son tristemente: "Eliminamos el dolor con la Morfina, en consecuencia, podemos curar". El cálculo es erróneo, de hecho la Morfina desbarata todo el cerebro y el paciente pierde el ánimo y se deja adomentar porque no tienen ninguna voluntad.
Se acepta de forma irresponsable, frívolamente, los efectos colaterales de la Morfina, como: adicción, supresión respiratoria, parálisis intestinal. Por ello la toma de Morfina es siempre una vía de sentido único, "un homicidio a plazos".
La tragedia es que los pacientes la mayoría de las veces sólo tienen dolores cuando ya están en la fase de reparación y los dolores, por regla, tienen su límite de tiempo. Es el caso de osteolisis en huesos en la fase Pcl que producen un fuerte dolor por estiramiento (dilatación) del periostio, uno de los dolores más temidos en la medicina.
Con la NMG podemos diferenciar con precisión a qué fase corresponde el dolor, de qué cualidad, cuánto puede durar. Si a un paciente se le puede decir por ejemplo: este dolor de huesos va a durar de seis a ocho semanas, después el hueso estará sanado. Así, un paciente nunca pide Morfina, incluso ni la toma aún cuando se la ofrezcan. El paciente se hace un programa mental. Se le ayuda a distraerse y esto funciona casi siempre. Hablamos de distracciones como cabarets, espectáculos humorísticos, películas, cantar en un coro, nadar, como también aplicaciones externas para calmar el dolor: Acupuntura, Masaje, Reiki, etc.
Es importante saber que la Morfina provoca rápidamente alteraciones mentales y cerebrales gravísimas, que destruyen la moral del paciente hasta el punto, que a partir de ahí, ya no puede soportar más ningún dolor. Dado que el dolor es subjetivo, cada vez que disminuye el efecto de la Morfina, los pacientes sienten éste con mucha mayor intensidad que si no hubieran tomado la Morfina. Por ello de sobra se sabe que las dosis deben ser aumentadas. El paciente muere por causa de la Morfina, es decir el intestino se paraliza, muere de hambre y de sed.
Punciones y Escisiones
Según la comprensión de la NMG, en cuanto a que en caso de un cáncer siempre se encuentra la misma formación histológica en el mismo órgano, resultan casi del todo supérfluas las punciones y escisiones. El TAC cerebral nos proporciona una aclaración más segura sobre la formación histológica, que una prueba con escisión. Una escisión en caso de un osteosarcoma es casi siempre el comienzo de una catástrofe. Porque el líquido del callo que se encuentra bajo presión se hace camino por el periostio abierto (irrupción de la sutura del periostio), en el tejido circundante causando un enorme osteosarcoma. Si no se hiciera biopsia, el tejido circundante externo sólo estaría inflamado, porque en efecto el líquido traspasa el periostio, pero no las células del callus. Tendríamos un proceso como en el caso de reumatismo articular agudo, que después decrece espontáneamente. La punción puede tener consecuencias fatales donde abra al exterior un denominado abceso frío. Las pruebas con punciones y escisiones en un futuro en la NMG quedarán sólo para muy pocos casos, excepcionales.La Alimentación
En cuanto a la alimentación, es importante una dieta orgánica sana y balanceada. Un individuo que tiene una buena alimentación está menos sujeto o receptivo a todo tipo de conflictos, de la misma manera que una persona rica desarrolla menos cánceres que una persona pobre, porque se consiguen resolver mayor cantidad de conflictos con una cartera bien repleta de billetes.
Pensar que la alimentación sana puede impedir el cáncer es incorrecto, lo que nos libra de enfermarnos es no hacer conflictos o solucionarlos lo más rápido posible.
Comer cantidades significativas de comida rica en proteína es de la mayor importancia particularmente durante la fase de curación de los tumores controlados desde el cerebro antiguo, tales como el cáncer de pulmón, de hígado, de colon, de páncreas o de glándula mamaria. Cuando las bacterias de la tuberculosis (TB) están en el proceso de descomposición de un cáncer, el cuerpo elimina junto con los remanentes del tumor una descarga que contiene grandes cantidades de proteína. Proveer proteína a través de alimentos ricos en ella puede salvar la vida. Las "dietas de jugos" ó de "comida cruda " durante ese periodo pueden generar serias complicaciones. Lo mismo ocurre en tal periodo en el caso de los ayunos. El ayuno no es recomendado a menos que se haya completado el proceso de curación.
Sobra decir que una dieta saludable sea esencial para nuestro bienestar. Comer sanamente es particularmente importante cuando estamos cursando un "programa biológico" (SBS).
Al principio de la fase de curación, el apetito regresa. Es entonces cuando la comida se vuelve medicina de verdad. Cuando un órgano o tejido se encuentra en la etapa de reparación, el organismo necesita muchos nutrientes que apoyen al proceso de reestablecimiento. La energía que ganamos a través de una dieta saludable hace que la fase de curación sea mucho más fácil. De forma contraria, la comida que contiene toxinas (pesticidas, herbicidas, conservadores, aditivos y sustancias parecidas) disminuye la energía del cuerpo. Esto puede prolongar, y aún más, complicar el proceso de curación.
Los Dolores
Tanto en el hombre como en el animal, los dolores tienen fundamentalmente un sentido biológico: el de inmovilizar el organismo por completo y el órgano, de manera que la curación pueda realizarse de forma óptima. Existen diferentes calidades de dolor. Hay dolores en la fase activa del conflicto, tales como la angina de pecho o la úlcera de estómago. Y existe otro grupo: los dolores existentes en el curso de la fase de curación, que vienen provocados por inflamaciones, tumefacciones o edemas, o incluso por cicatrizaciones.
Los dolores de la fase activa del conflicto, tales como los de la angina de pecho, desaparecen inmediatamente que se ha resuelto el conflicto. Son dolores que, si se quiere, pueden ser resueltos psíquicamente.
Los dolores de la fase de curación, que en principio son algo positivo, ya que tienen un sentido biológico: consistente en ayudar al organismo a completar la fase de curación. Es decir que el dolor no ha surgido para "castigar" al organismo, sino para inducirlo (a la fuerza, visto en términos biológicos) a realizar ciertas conductas (ej: querdarse inmóvil), disminuyendo así los riesgos biológicos implicados en la realización de la conducta contraria a la exigida por el dolor.
Desde una perspectiva biológica, esto parece comprensible; los programas biológicos de enfermedad se desarrollaron a lo largo de la evolución sin tener presente la existencia de médicos, veterinarios y especialistas en el dolor. Estos programas se desarrollaron en una forma que fuesen lo más eficaces posible, en el contexto evolutivo concreto de las especies en su interacción constante y dinámica con el entorno.
Existen formas de atenuar los dolores del paciente, ya sea por medicamentos o por algicidas de uso externo.
En la actualidad ya contamos con el Sistema Compato de Energía Piramidal , muy efectivo para disminuir o incluso eliminar completamente los dolores. Igualmente el permanecer dentro de una pirámide el mayor tiempo posible no sólo alivia los dolores, sino que acelera el proceso de curación de cualquier enfermedad en fase de recuperación, o hace más fácil la fase activa.
Lo terrible es que en la medicina actual todos los pacientes que tienen cáncer y dolores, aunque sean ligeros, reciben inmediatamente Morfina o derivados de la Morfina. Incluso una sola inyección puede resultar mortal, puesto que modifica aterradoramente la oscilación global del cerebro y desmoraliza al paciente por completo. A partir de ese momento también queda paralizado el intestino y no puede ya elaborar y asimilar los alimentos. El paciente desarrolla abulimia y no se da cuenta de que está a punto de que le maten cuando se encontraba ya en la fase de curación, y que tan solo con que se dejara a la naturaleza seguir su curso recuperaría la salud en el espacio de algunas semanas.
Decirle a un preso que se le va a ejecutar en dos semanas despierta una gran oleada de compasión, aunque sea uno de los peores criminales. Pero si se le dice a un paciente que se le va a ejecutar a través de inyecciones de Morfina y que durará quince días, seguro que prefiere soportar los dolores antes que dejarse matar.
Cuando los pacientes consideran de forma retrospectiva el tiempo relativamente corto que han durado los dolores, agradecen que se les haya evitado la muerte por Morfina, a la cual habrían sucumbido con toda seguridad en su fase de curación, al cabo de dos o tres semanas de recibir Morfina, Fortral, Valoron o Temgesic.
En la medicina convencional al quitarle el dolor al paciente se le esta privando de que complete la fase de curación, y por tanto de que se cure definitivamente. Dado que la medicina convencional, como la mayoría de la gente, desconoce que el dolor forma parte de un programa especial, no ven reparo alguno en quitar el dolor como sea. De hecho, en casos de cáncer terminal, frecuentemente se piensa: "bueno, como de todas formas va a morir, al menos que muera sin sufrimiento". Con lo cuál se justifica que el paciente muera tranquilo, sin dolor alguno... Pero muera.
Esta visión fatalista es rechazada en la NMG, que considera que muchos de estos casos "terminales" tienen una oportunidad (ciertamente no todos los casos la tendrán), pero quizás el precio biológico que tengan que pagar para la curación sea resistir temporalmente un dolor intenso.
Según las estadísticas oficiales del Centro Alemán de Investigación sobre el Cáncer, de Heidelberg: el 98% de las personas afectadas de cáncer y tratadas por ello mueren en los siete años, el 95% fallecen ya al cabo de cinco años. Con la Nueva Medicina, el 95% de los pacientes no tratados (nada de quimioterapia, radioterapia, etc. ) sobreviven. Para los animales, hablaremos del 80% al 90% de curaciones espontáneas si se deja actuar a la naturaleza.
Si el paciente reposa en casa, la mayor dificultad es hacerle entender y aceptar lo que la medicina convencional denuncia como síntomas no deseados tales como inflamación, pérdida de energía, signos de parálisis, y especialmente, el dolor. Una vez que ha comprendido el significado de estos síntomas como precursores de la fase de curación, el paciente estará bien preparado para tolerar aún el dolor más fuerte.
Sobre las "Metástasis"
Uno de los pilares de la Oncología es la creencia en la teoría de la metástasis, la cual está viva desde hace más de 120 años y la postuló un médico alemán que se llamaba Virchow. Esta teoría dice que un cáncer originario puede dar metástasis, es decir otro tumor, en otra zona del organismo mediante diseminaciones patógenas. Quiere decir que una célula cancerígena se separa del tumor originario y la metástasis se implanta luego en el nuevo territorio y allí se reproduce y da por lo tanto un segundo cáncer.
La extensamente propagada teoría de las metástasis de la medicina clásica, que sugiere que las células cancerosas viajan a través de los vasos sanguíneos o linfáticos y causan cánceres en nuevos sitios es, en las palabras del Dr. Hamer: " una ficción puramente académica".
Las células en general y las células cancerosas en particular, no pueden bajo ninguna circunstancia cambiar su estructura histológica o cruzar el umbral de la capa del germen.
Por ejemplo, una célula tumoral del pulmón, que es de origen endodérmico, y que prolifera durante la fase activa del conflicto, no puede transformarse en una célula de hueso, que es de origen mesodérmico, y que se deteriora durante un proceso de descalcificación de conflicto activo. En el escenario de un cáncer pulmonar que hace metástasis a los huesos, las células de pulmón cancerosas realmente estarían creando un agujero, lo contrario del cáncer en algún hueso en el cuerpo. El avance en la electrónica y en los microscopios demuestra que las células del pulmón son siempre células pulmonares y las células de hueso siempre serán de hueso.
Con el avance tecnológico y de laboratorio que hoy tiene la humanidad no se ha podido encontrar una sola célula viajando por la sangre, cuando somos capaces de encontrar otro tipo de células y todos los subproductos de una célula, como las transaminasas, enzimas, etc, que tenemos la forma de encontrarlos y medirlos. Sin embargo no somos capaces de encontrar una célula entera en la sangre.
Los japoneses están marcando células tumorales con radioisótopos radioactivos tratando de determinar si esas células viajan por el torrente sanguíneo y hasta ahora no se ha podido ver que alguna célula se ha salido de su tejido y se haya implantado en otra parte. ¿Por qué? Porque esa teoría es FALSA, y es la que desencadena todo el proceso terapéutico oncológico de quimioterapia y radioterapia. Está bien documentado el resultado de este tratamiento oficial: el 98% de las personas afectadas de cáncer y tratadas por ello mueren en los siete años, el 95% fallecen ya al cabo de cinco años.
También debemos preguntarnos:
- ¿Porqué las células de cáncer raramente se "riegan" al tejido vecino más cercano, como por ejemplo del útero a la cerviz?
Y si las células cancerosas viajan por medio del torrente sanguíneo, entonces:
- ¿Porqué la sangre donada no es examinada a ver si contiene células cancerosas?
- ¿Porqué no son encontrados allí los tumores multitudinarios, encontrados en las paredes de los vasos sanguíneos de pacientes de cáncer?
Hace algunos años, el 19 de agosto de 2004, el periódico canadiense Globe and Mail publicó un artículo titulado, " Investigadores persiguen pruebas de cáncer de seno en exámenes de sangre ", conteniendo reveladoras afirmaciones:
"La cacería de células tumorales en el torrente sanguíneo ha tomado 10 años, hasta muy recientemente, no existía tecnología para aislar confiablemente la rara célula tumoral de los millones de células sanguíneas, rojas y blancas, contenidas en un solo frasco de sangre humana."
Además del hecho de que la "persecución" está lejos de terminar (como lo indica el artículo), ¿No implicará esto que la hipótesis de la "metástasis" estaba desinformando al público y asustando a muerte a millones de pacientes de cáncer por más de cuatro décadas?
La NMG no disputa el hecho de la existencia de cánceres secundarios, pero éstos tumores subsecuentes no son causados por células cancerosas migratorias que milagrosamente se transforman en diferentes tipos de células, sino más bien por nuevos choques de conflictos. Un nuevo proceso DHS puede iniciarse por experiencias adicionales traumáticas, o a través de shocks de diagnóstico. Un inesperado diagnóstico de cáncer, o que le digan al paciente que está haciendo "metástasis" podría detonar un miedo mortal, causando cáncer de pulmón, o cualquier otro tipo de shock relacionado con el diagnóstico, causando nuevos cánceres en otras partes del cuerpo.
En muchos casos, estos pacientes no logran llegar a la fase de curación, porque el severo estado de estrés los debilita, hasta tal punto donde tienen muy poca oportunidad de sobrevivir el altamente tóxico tratamiento de quimioterapia.
El segundo cáncer más frecuente después del cáncer de pulmón es el cáncer de los huesos. Nuestros huesos están biológicamente vinculados a nuestra auto-estima y nuestro auto-valor. Así pues, si nos dicen que tenemos una "enfermedad que amenaza nuestra vida", especialmente una que supuestamente se "riega como incendio salvaje" a través del cuerpo, puede igualarse a "ahora yo no soy útil", y los huesos o el hueso cercano a donde nos sentimos "inútiles" comienza a descalcificarse, en el caso de cáncer de seno es a menudo en el área del esternón o las costillas. Así como con un hueso fracturado, el propósito del programa biológico llamado "enfermedad" aparece al final de la fase curativa.
Cuando la fase de reparación se completa, el hueso será mucho más fuerte en ese sitio, asegurando así que estamos mejor equipados para la eventualidad de un nuevo conflicto de auto-devaluación.