Tengo 36 años y tengo anosmia congénita, es decir, desde que nací.
Lo “descubrí” a los 13 años en una excursión del colegio, pasando por un campo lleno de heces vacunas todos mis compañeros expresaban en voz alta lo mal que olía…yo no captaba nada del nauseabundo olor por lo que pensé un instante que era una cosa rara.
Tan poco importante es este sentido, al menos cuando nunca lo has tenido, y tan difícil que alguien te advierta que no lo tienes, que hasta los 18 años no me interesé nada por el tema; fue en la revisión médica obligatoria para el carnet de conducir , estaba en la prueba ocular y el médico se sorprendió mucho de ver cómo podía leer filas de letras muy pequeñas desde la misma distancia, me dijo que en veinte años de profesión nunca había visto algo así y eso motivó mi curiosidad.
No era la primera vez que había tenido referencias sobre mi buena vista o mi buen oído y lo empecé a comentar a mis amistades a ver si alguien sabía algo, ni siquiera consulté un especialista dado que no le daba ni le doy la más mínima importancia.
En aquella edad ya notaba otras diferencias:
- estudiaba con muy poca luz porque el exceso de luz artificial me molestaba
- notaba cuando los zapatos o la ropa podía oler mal sólo por el tacto de la prenda con mi piel
- percibía por la vista y el tacto cuando alguien no se había duchado (cuantas veces después de decírselo a un amigo me decía : ¿Y cómo lo sabes?!)
- captaba ambientes cargados como salas con algo de humo o muy limpios como la montaña o la superficie del mar de manera mucho más intensa y rápida que los demás
Pensé y pienso que soy afortunado de captar o detectar cosas que la gente con olfato no puede y es que , al igual que los ciegos y los sordos , los anósmicos desarrollamos los otros sentidos de manera inconsciente con la gran diferencia de que el sentido que nos falta no tiene absolutamente ninguna incidencia en la vida cotidiana.
Al menos cuando la anosmia no afecta al sentido del gusto y en consecuencia al sabor de los alimentos. En mi caso cocino por hobby platos perfectamente guiado por el sabor y hasta hice un seminario de vinos obteniendo la calificación más alta del grupo en las catas: un 7,5 , ya pueden imaginar por qué no alcancé el sobresaliente.
Tengo la vista, el oído y el gusto (aunque éste quizás incompleto según estudios) más desarrollado que la mayoría de personas con olfato. Me atrevería a decir – a riesgo de ser pedante - que hasta la inteligencia emocional se desarrolla pues inconscientemente analizo los gestos y reacciones de la gente lo que me permite saber por ejemplo cuando mi mujer tiene o va a tener la menstruación o cuando mi hijo menor de dos años se había hecho “caca”.
El único hecho cotidiano que me podría “afectar” es el no poder detectar un escape de gas para lo que cuando me independicé compré un periquito y lo puse en la cocina – como hacen los mineros que aún teniendo olfato bajan a la mina con un pájaro – y después compré una cocina que se corta automáticamente en caso de fuga.
Facilito.
En definitiva, la anosmia, me ha supuesto muchas ventajas por casi ningún inconveniente. Por ello haré mención a dos de los grupos que trabajan con ahínco en la red :
Los motivadores
Me causa gracia cuando leo que sin olfato no se perciben olores maravillosos que te “catapultan al séptimo cielo” como el olor a café, el olor del laurel en el cocido, el olor de un perfume embriagador, etc… y vivir sin eso “puede ser traumático”…, que sabrán los autores de esas afirmaciones sobre los ambientes y sensaciones que yo experimento y ellos no, pues seguramente son tan o más intensas a nivel sensorial que los olores.
Además, en la vida cotidiana de las ciudades abundan mucho más los malos olores que los buenos, de hecho la expresión ¡Qué mal huele! Es una de las más utilizadas : el olor a quemado, a basura, a heces de perros, a tubos de escape, a personas sin asear, a sudores, a malas colonias, etc… todo eso a los anosmicos no nos afecta para nada.
Los ahogados en vasos de agua
Me causa más pena que gracia los anosmicos “tan” afectados psicológicamente que necesitan tratamiento pues el no tener olfato les da pánico, problemas existenciales y de relación social, depresión, alguno hasta dice que se siente incapacitado (! ) …esas personas tienen un problema psíquico que no tiene nada que ver con oler y que por desgracia, son bastantes más del 2% de la población (porcentaje de anosmicos).
Una pistola en sí no es un problema pero un descerebrado con un arma es un gran peligro ; con estos anosmicos pasa algo parecido, su psiquiatra les tendría que enviar a vivir una semana a Somalia o con un grupo de ciegos o inválidos, a lo mejor descubren de qué va la vida y se sitúan un poco mejor en ella.
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Entiendo que un anosmico no congénito de repente le puede faltar algo, pero no hay que sobrevalorarlo, salvo que seas somelier o analista de perfumes. Lo más complicado se puede dar cuando la anosmia te afecta al gusto pero aún así el porcentaje es pequeño porque las papilas gustativas siguen intactas en la lengua con lo que no puede afectar a la diferenciación de los gustos principales. A esos casos un poco más complicados les diría que se centren en desarrollar los otros sentidos y seguramente descubrirán sensaciones que ni ellos mismos sabían que podían tener.
Es muy difícil que una anosmia permanente te afecte en tu vida cotidiana más allá de la levedad, aunque el que quiere tener problemas los tiene igualmente con un pequeño corte en el dedo.