No he contestado a tu post en el foro de filosofía porque creo que el debate iba de otra cosa y he soltado allí mi rollo apocalíptico habitual, un poco más elaborado cada día. Aunque es lo que realmente pienso sobre ese tema, me guste o no. Se hablaba de la evolución en sentido darwiniano, creo. Aquí me siento más libre para hablar contigo de lo que sea, de lo que quieras.
****En mi cabeza existe la creencia de que eso es posible. Cuando la gente se enferma por la tecnología, el consumo, el sistema, las nuevas generaciones plásticas, etc. , me pregunto: Será que no es que No deba ser así, Será este nuestro" destino?
Así, sin más, simplemente eso. Así como el destino del mundo hace 200 años era este. Inminente.
Y quien supo alguna vez que terminaríamos así aquí? , como estamos ahora..
A lo que relaciono con esto de los escalones que dices, yo también desde cierto punto lo considero escalones. Pero no escalones en lo global, son escalones en lo intimo, personal y autónomo. Pues el mundo es lo que somos cada quien. La percepción del todo a través de nuestros ojos y masticado por nuestras mentes.
Hasta volverlo ser. Nuestro ser.
Entonces: ¿Progresar otro escalón? ¿Factible para la evolución? , definitivamente sí.
En los tiempos perfectos, los tiempos de cada quien.... Tooodo lo inevitable, todo lo realizable, todo absolutamente todo lo que concreta lo que somos, y como seres de carne y hueso, pensantes metidos en este mundo que camina sin cesar, definitivamente hacemos parte del escalón. Mínima parte desde nuestras casas para el mundo, y gran grandísima parte en todo aquello que dejamos influenciado por nuestra existencia. Un ejemplo: los hijos. ****
Las personas que se enferman por el consumo sólo son víctimas de la sociedad en la que han nacido, víctimas incruentas e ignorantes de lo que hacen, las víctimas a veces se vuelven verdugos, pero siguen siendo víctimas. Sólo es gente insatisfecha, que busca una tonta satisfacción comprando tonterías sin sentido, sólo están perdidos y confusos, se dejan arrastrar y arrastran a otros. No son nuestro destino. Ellos son así, tú no. Tienes motivos para estar contenta.
Lo que cuenta es lo que tú dices, lo que cuenta eres tú y la gente que quieres y los hijos que un día puedas tener y amar y tu deseo de aprender y comprender y ser mejor. Pero la vida tiene un ritmo, trata de coger el ritmo de tu vida, no dejes que tu cabeza te haga sufrir o te acelere sin sentido, confía en ti, porque eres grande. Poco a poco y con alegría, sin agobios con el cariño de los que te quieren.
Un cordial saludo de tu amigo cibernético.