
Miradas ocultas y pasos de miedo
hay en aquel hombre sin consuelo,
¡Mírame que clamo! Es su verso recitado.
Miradas ocultas y pasos de miedo
reflejan sus ojos, que divagan en este mundo
por aquella doncella que le ha traicionado.
Dentro de su ser hay solo un pensamiento:
“Con miedo a enamorarme
ando por este mundo errante,
no quiero conocer jamás otra como tú
porque fuiste tú quien robó mi juventud.
Este miedo lo tengo enjaulado en mí…
esta creación tuya me ha hecho vil. ”
Con miradas ocultas y pasos de miedo
envejece aquel muchacho
que no tuvo la culpa de un gran fracaso
***
Con miradas ocultas y pasos de miedo
aún recordamos a aquel anciano
que con el tiempo murió junto a Luciano
¿Luciano?... Sí, Luciano
aquel amigo que fue compañero eterno
de aquellas miradas ocultas
y pasos de miedo
que solo él le había enseñado.