Poco a poco, en los centros educativos se empieza a implantar una sensibilización o acercamiento hacia esta teoría de las inteligencias múltiples.
Seguramente los educadores en su proceso de formación universitaria o tal vez antes conocieron esta teoría y/o profundizaron en ella y en muchos casos, mas allá de ser un contenido más que estudiar en las oposiciones, ha resultado ser un tema revelador e intrigante para muchos. En otros casos no, y, también hay quienes son detractores de cambiar lo más mínimo el modelo de formación arcaico y ya caduco que imparten desde mucho tiempo atrás.
Se plantea pues un reto para los formadores y padres (los padres siempre deben estar implicados) a la hora de saber aplicar la información que sobre las inteligencias múltiples hay. Lo cierto es que supiésemos o no de la existencia de estas inteligencias múltiples, siempre han estado ahí, sólo que ahora, al estudiar este fenómeno social, podemos detectar, interpretar y orientar al individuo cada vez que manifiesta una virtud de éstas.
Del mismo modo que en lo físico, si un niño carece de una dieta rica en vitaminas, calcio, proteinas, minerales, etc... Sufre las consecuencias con un crecimiento y formación física deficientes, es razonable pensar que también se manifiesta así si crecemos con una deficiente formación emocional, cognitiva, espacial, intrapersonal, musical, lógica-matemática, etc...
El debate que se propone aquí es pues el reto que tenemos todos los individuos, que con una enseñanza donde no se contemplaban nuestras inteligencias múltiples, fuimos creciendo con una carencia que es manifiesta hasta la etapa adulta.
Hoy, nosotros nos enfrentamos al mundo con esas carencias y padeciendo grandes vacíos en algunos campos de las inteligencias múltiples pero nos planteamos desarrollar en nuestros descendientes estas virtudes.
Surge pues de forma imperativa tanto para padres como formadores la necesidad de que nosotros mismos nos cultivemos y cubramos esas carencias antes de cultivarlas en nuestros hijos y que con todo, es muy probable que no sepamos hacerlo de la mejor forma posible.
Muchos de los formadores son conscientes de esta necesidad y se sienten perdidos a la hora de enfocar las inteligencias que los niños muestran a borbollones diariamente.
Técnicas docentes como el ' constructivismo ' intentan fomentar y canalizar las inteligencias múltiples mediante la intercalación de 'espacios' o momentos en los que los niños van practicando diferentes actividades que estimulan las diferentes Inteligencias del individuo. En esos espacios se dan cabida, entre otras, a técnicas como el Reikki o Yoga, cuyos resultados cognitivos y psico-motores han resultado asombrosos.