JUAN DAVID.- ¿ Cómo le parece ?
JUAN. - Me parece que un ordenamiento cronológico, si está bien trabajado, le puede servir a alguien, sobre todo si está basado en criterios históricos contrastados.
Pero hay que poner en claro lo siguiente:
1. - La Biblia es la exposición del inefable Proyecto Divino de creación-salvación de los seres humanos a través de la historia. Por eso la Biblia, además de los datos revelados de ese Proyecto en curso, contiene muchos datos históricos.
Sin embargo, ella no pretende dar lecciones de historia, ni tiene como objetivo enseñar cómo se desarrolla la historia en el espacio-tiempo.
2. - Toda la Biblia es teocéntrica (trinitariocéntrica), sea que la leas en el actual orden documental aprobado por la Iglesia Católica (canónico, de 72 libros, que amplía el canon alejandrino de la Septuaginta, que es el canon que usaban Jesucristo y los 12 Apóstoles), sea que la leas según un supuesto y reconstruido orden cronológico.
3. - Cualquier ordenamiento cronológico de la historia sólo dará como resultado un constructo aproximativo.
Aunque no ordenemos la Biblia en una hipotética secuencia de acontecimientos (desde la creación del universo conocido hasta la creación y desarrollo de la única Iglesia Cristiana, pasando por la peripecia del Pueblo Hebreo precristiano), toda ella nos brinda la oportunidad de conocer cómo Dios se ha revelado a los hombres hablando y actuando progresivamente.